Síntomas de la menopausia

Los síntomas de la menopausia comienzan aproximadamente en el momento en que comienza la menopausia, calculados después de un intervalo de tiempo ininterrumpido de 12 meses cuando una mujer no muestra signos de menstruación. En términos generales y para las mujeres estadounidenses, esto es a los 51 años.

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Sin embargo, una mujer también puede mostrar síntomas similares a los de la menopausia si se le diagnostica como perimenopáusica, premenopáusica o menopáusica temprana. Las mujeres que se han establecido para la menopausia precoz pueden (en casos raros) mostrar síntomas del tipo de la menopausia a mediados de los 20 años.

En todos los casos, los síntomas de la menopausia están directamente relacionados con la disminución de los niveles de estrógeno y el desequilibrio hormonal.

Hay más síntomas de la menopausia de los que uno podría sospechar. Afortunadamente, no todas las mujeres presentan todos los síntomas todo el tiempo. Desafortunadamente, una vez que comienzan los síntomas de la menopausia, pueden persistir durante diez años o más.

Entre los síntomas más notados se encuentran:

Sofocos (sofocos): uno de los síntomas de la menopausia más comunes son los sofocos. Los sofocos más leves se denominan con frecuencia sofocos. Los sofocos pueden ser muy intensos y durar hasta 20 minutos. En casos extremos, una mujer puede experimentar un sofoco cada hora.

Los sofocos se han descrito como un calor interno extremo que aumenta rápidamente y luego se estabiliza en varios grados de malestar. Las áreas del cuerpo más afectadas son la cara, el cuello y el pecho, pero cualquier parte del cuerpo puede estar demasiado caliente durante un sofoco. Una mujer puede experimentar una intensidad creciente de los sofocos a medida que envejece debido a la reducción continua de los niveles de estrógeno y / o al desequilibrio hormonal.

Sudores nocturnos (sofocos, sofocos): los sudores nocturnos son el gemelo malvado de los sofocos. Muchas mujeres se despiertan con sofocos durante la menopausia. Las áreas del cuerpo afectadas son casi idénticas a las asociadas con los sofocos. Se cree que los sofocos son una forma más leve de sudores nocturnos. Durante un episodio de sudor nocturno, una mujer puede quitarse las sábanas para intentar refrescarse rápidamente. Después del episodio de sudoración nocturna, una mujer puede experimentar un resfriado o un rubor casi tan intenso como el episodio de sudor nocturno anterior. En este caso, es posible que toda la ropa de la cama no parezca (al menos inicialmente) suficiente para calentarse. Estos sofocos son solo parte del ciclo de sudoración nocturna y una de las razones por las que las mujeres que experimentan sudores nocturnos se quejan de falta de sueño. En casos severos, Es posible que las mujeres que experimentan sudores nocturnos nunca entren en el sueño REM y, por lo tanto, nunca tengan un sueño reparador. De esta manera, los sudores nocturnos pueden provocar problemas de salud más preocupantes, como depresión, fatiga mental, cambios de humor, irritabilidad e inmunidad debilitada a las enfermedades.

Cambios de humor: los cambios de humor, como los otros síntomas de la menopausia mencionados anteriormente, se encuentran entre los síntomas más comunes asociados con la menopausia. No se sabe mucho sobre los cambios de humor, ya que varían según el individuo, en intensidad y frecuencia. Al igual que otros síntomas, los cambios de humor están relacionados con niveles reducidos de estrógeno y hormonas desequilibradas. Los cambios de humor pueden ser problemáticos ya que pueden alterar las relaciones personales y profesionales. Desde un punto de vista profesional, las drogas que suprimen el estado de ánimo pueden afectar el desempeño laboral. Se ha observado que el estrés y otros catalizadores externos afectan los cambios de humor.

Antojos: se ha observado que los antojos de alimentos son uno de los síntomas de la menopausia más comunes. Durante la menopausia, se observa con frecuencia una mayor conciencia de las comidas y bebidas favoritas o preferidas. Si bien estos alimentos pueden haber sido atractivos antes de la menopausia, las mujeres menopáusicas a menudo se involucran en un consumo excesivo de estos alimentos y bebidas favoritos. La fuerza de voluntad, la discreción y la moderación anteriores parecen haber salido por la ventana con el consumo excesivo de chocolates, pasta cargada de carbohidratos, vino, cerveza, pizza, encurtidos, etc. También son comunes los antojos por las comidas típicas reconfortantes. Una Cena de Acción de Gracias puede ser considerada por muchos como el máximo placer de comida reconfortante.

Aumento de peso de la grasa abdominal durante la menopausia: el aumento de peso de la grasa abdominal durante la menopausia es uno de los síntomas más comunes de la menopausia. Antes de la menopausia, a la mayoría de las mujeres les preocupa el aumento de peso en las caderas, los muslos y las nalgas, especialmente después del embarazo. Sin embargo, y después de la menopausia, el área problemática del aumento de peso se desplaza hacia la cintura. El aumento de peso de la grasa abdominal durante la menopausia está estrechamente asociado con niveles reducidos de estrógeno y desequilibrio hormonal. Los hombres suelen aumentar de peso por encima de las caderas. El aumento de peso excesivo por encima de las caderas ejerce una presión excesiva sobre todos los órganos del cuerpo, especialmente el corazón. Las enfermedades cardíacas y arteriales son las principales causas de muerte entre los hombres estadounidenses. Las mujeres menopáusicas que aumentan de peso por encima de las caderas corren los mismos niveles de riesgo que sus homólogos masculinos. Las mujeres mayores tienen el mismo riesgo de enfermedad cardíaca y coronaria avanzada que los hombres.

Osteoporosis y pérdida ósea: la osteoporosis y la pérdida ósea se encuentran entre los síntomas de la menopausia más insidiosos. La osteoporosis causa pérdida ósea, fragilidad y fragilidad. Las personas diagnosticadas con osteoporosis tienen un riesgo elevado de rotura ósea. Incluso los huesos grandes (como la cadera) se rompen fácilmente con una simple caída. Una de cada tres personas mayores de 65 años experimenta caídas. La osteoporosis y la pérdida ósea se pueden compensar (hasta cierto punto) con la implementación y / o el aumento de medicamentos, vitaminas y minerales específicos, así como con ejercicios limitados de carga.

Síntomas adicionales: además de los síntomas mencionados anteriormente, también se deben tener en cuenta los siguientes síntomas de la menopausia: períodos irregulares, pérdida o disminución de la libido, sequedad vaginal, fatiga, pérdida (o ganancia) de cabello, trastornos del sueño, dificultad para concentrarse, pérdida de memoria o lapsos, mareos, incontinencia, hinchazón, aumento de la sensibilidad alérgica, uñas quebradizas o que se rompen fácilmente, cambios en el olor corporal, latidos cardíacos acelerados, depresión, ansiedad, irritabilidad, ataques de pánico, sensibilidad en los senos, migrañas, dolor en las articulaciones, sensación de ardor en la boca o la lengua o mal sabor de boca, descargas eléctricas, irregularidades digestivas, problemas de encías, encías sangrantes, tensión muscular, picazón en la piel y hormigueo en las extremidades.